Parasoles tubulares en el CAP Antoni Creus de Terrassa
Terrassa es una población ubicada en el entorno industrial de Barcelona, y que es actualmente la tercera ciudad más poblada de Cataluña. Su estratégica ubicación como nudo de comunicaciones, la ha hecho una ciudad de rápido crecimiento, cuyas necesidades en materia sanitaria viene a solucionar éste edificio.
Ubicado al Sur de la ciudad, preparado para dar servicio tanto a los barrios al sur de Terrassa como a Les Fonts y el Polígono industrial de Can Parellada, el edificio se compone de dos módulos de planta rectangular unidos, en el que la fachada norte se utiliza para consultas médicas. Cuenta con tres plantas útiles, una de acceso a pie de calle y dos adicionales en elevación.
Ubicación: Terrassa, Cataluña
Cliente: CatSalut, Servei Català de la Salut
Arquitectos: Adrián Mallol + Quim Padró Arquitectes
Fotografía: Arqfoto, Simón García
Tipología: Arquitectura Sanitaria
Necesidades de protección solar
La fachada Norte de éste edificio es la actuación principal, puesto que las fachadas este y oeste cuentan con muy pocas aberturas exteriores, y aprovechan parcialmente las sombras proyectadas por los edificios próximos gracias al importante desnivel, que debe tenerse en cuenta para mantener la privacidad en el interior de las consultas.
El diseño del proyecto disponía las celosías en una estructura metálica saliente, con una zona de servicio mediante un tramex que facilita las labores de mantenimiento de las fachadas.
Nuestra aportación al proyecto
Nuestra propuesta de parasoles tubulares para éste proyecto se basa en las celosías de lamas fijas modelo UPE-80×20. Se trata de una celosía de aluminio, con sección eminentemente rectangular, que se sustenta sobre perfilería también de aluminio. La distancia entre ejes de las lamas viene determinada de fábrica, si bien por las posibilidades que permite su sistema de producción, es variable en función de los requisitos de cada proyecto. Gracias a ésta capacidad de reducir la distancia entre ejes, nos permite reducir al máximo la visión directa, aportando privacidad, a la vez que maximizamos el factor de proyección de sombra al interior.
Además, por lo destacado de su protagonismo en la fachada del edificio, no podemos dejar de destacar el aspecto del diseño, que en éste caso no se limita únicamente a la estética tradicional de los parasoles tubulares, sino que además juega tanto con el llamativo color rojo de las lamas, como con el gris oscuro en contraste de los rastreles de soporte. Con ésta solución, que se aprecia únicamente desde el interior del edificio se consiguen dos efectos, uno, desde el exterior, que al no verse los rastreles hace parecer que las celosías son elementos flotantes sin sujeción, y otro desde el interior, que aporta una estética moderna a la fachada.
Hay que destacar en éste punto el buen hacer de los arquiectos, que han sabido hacer un cuidado trabajo de colorimetría, y han sustituido el negro tradicional que se utiliza para éste efecto por un color gris oscuro, que ha conseguido que, aunque el cambio no afecte a la vista desde el exterior, sí lo haga a la interior, y no parezca una solución tan industrial como parecería con un color negro «estándard».
Adicionalmente, como factor de valor añadido, el sistema cuenta con vanos específicos de acceso en caso de emergencias y rastreles de color oscuro a juego con las carpinterías exteriores, que fomentan la visión limpia desde el exterior y aportan concordancia estética en las vistas desde el interior. todas éstas soluciones en conjunto hacen de ésta fachada con parasoles tubulares una solución singular, que aporta una personalidad propia al centro, sin que por ello se vea mermada su funcionallidad.